martes, 31 de mayo de 2011

La Torre de Babel en Buenos Aires

La Torre de Babel, una gran obra de arte urbana y efímera de la artista Marta Minujín, se inauguró en la plaza San Martín con motivo de la designación de Buenos Aires como Capital Mundial del Libro 2011.
Muchas personas y embajadas de todo el mundo donaron libros. Participaron de este proyecto libros de Alemania, Arabia Saudita, Austria, Cuba, Bélgica, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Costa Rica, Croacia, Dinamarca, Ecuador, Estados Unidos, Eslovenia, España, Francia, Filipinas, Finlandia, Grecia, Holanda, Hungría, Israel, Italia, Japón, Líbano, México, Pakistán, Perú, Polonia, República Checa, Rusia, Reino Unido, Siria, Sudáfrica, Suiza, Taiwán, Uruguay y otros.
La idea de esta torre es "unificar todas las razas a través del libro" y recordar, a su vez, la mitológica Torre de Babel de hace más de 4.000 años.
Fuente: Telam
Foto: Nancy Koller. Estudiante de la Cátedra de Antropología Cultural - Facultad de Ciencias Sociales - UNLZ - 1er. Cuatrimestre de 2011.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Caso Chocobar


Por Matías Katz
Voy a comenzar el texto con una pregunta realizada por la misma persona que escribe este artículo: ¿Acaso la muerte de un diaguita puede pasar inadvertida o reducirse a las secciones de policiales de los medios?. No, yo creo que a los grandes medios en nuestro país solo les importa hacer dinero y la muerte de uin "indio" (lo llamo así a propósito) no vale nada. Al respecto, para los grandes medios en nuestro país que además son de Capital Federal solo les importa lo que sucede en esta ciudad. Son pocos los que se ocupan de todo el territorio nacional. Por ejemplo FARCO (Foro Argentino de Radios COmunitarias) en sus noticiewros pasan informaciones de varias provincias donde suceden hechos relevantes, mientras que otras radios que pertenecen a grupos empresarios se limitan a escribir sobre la ciudad de Buenos Aires y las noticias extranjeras.
Pero ya me corrí del tema, aunque no completamente porque el artículo todo el tiempo menciona de forma implícita o explícita la labor de los medios para no pasar noticias que son importantes, porque se está hablando de discriminación, de maltrato al "negro indio" por pura corrupción y negocio, destruyendo un pueblo aborigen, un pueblo originario de nuestra propia historia. Que paradoja que el día en que se celebra la mayor matanza de la humanidad, cuando los españoles ocuparon el territorio americano, se haya matado a un indio originario solo por plantar soja. Mientras el neoliberalismo sigue avanzando, se sigue destruyendo bosques originarios, se siguen extinguiendo ballenas, se siguen destruyendo más especies de animales y plantas. En definitiva se siguen destruyendo los recursos naturales y se sigue destruyendo la vida. obviamente no se puede comparar la matanza de un animal con el asesinato de una persona, son dos cosas distintas.
La sociedad tampoco es victima, la sociedad argentina es culpable (y me incluyo) por permitir que sigan ocurriendo este tipo de hechos. La sociedad argentina es culpable de no exigirle a nuestros representantes que se cumplan las leyes, también hay que decir que en este país hay una clase dirigente muy corrupta, leyes como la 26.160 justamente Ley de Emergencia de la Propiedad Comunitaria, que se da un marco de protección a las comunidades indígenas frente a los desalojos de sus tierras.
Voy a hacer referencia de nuevo a la primera parte del texto porque me parece que, como es sabido, los medios juegan un rol muy importante en la sociedad, esto se puede ver en los varios ejemplos en el último tiempo. "Un hombre y al menos cuatro resultaron heridos tras una violenta disputa suscitada ayer en Chuscha, al norte de la provincia". Así publicaba la noticia en la sección policiales el principal diario de Tucumán, La Gaceta. También en canal 10 de tucumán presentaba la noticia como un caso policial donde había ocurrido un enfrentamiento entre "personas" y "lugareños". ¿Qué habran querido decir con "personas" y "lugareños"?. Me recuerda a CrónicaTV cuando publicaba su placa de: "mueren tres personas y un boliviano".
Es indudable la intención de los grandes medios tucumanos. ¿Qué relación tienen con Darío Amín, el hombre que disparó?, que además es un reconocido terrateniente de la zona. ¿Por qué los medios de Capital Federal no se ocupan del caso?. ¿Por´qué siguen ocurriendo estas atrocidades?. Son todas preguntas a las cuales yo no tengo respuesta pero que cosidero que está bien hacerlas y aunque no se tenga una respuesta concreta, al menos se discutan.

Fuentes: La Gaceta de Tucumán, loscanichesdePerón.blogspot.com

lunes, 9 de mayo de 2011

Raíces Americanas

Por Alberto Rex Gonzalez
Mi tema refiere al sentido americanista que creo debe orientar nuestra cultura.
Es un hecho digno de notar  que en los comienzos de nuestra nacionalidad tuvimos una orientación y un arraigo cultural americanista mucho más desarrollado que el que existe en la actualidad. Este sentido y esta orientación se han perdido progresivamente hasta un grado tal que en los últimos años y desde el comienzo de la dictadura militar que asoló al país, defender las raíces americanas de nuestra cultura significaba recibir una calificación, o un rótulo de infame. Para quienes, habíamos luchado durante años por defender estos puntos de vista sobre la orientación americana que debe tener en nuestra cultura significó el ser excluído de nuestra cátedra universitaria, que habiamos obtenido "ad vitam" de acuerdo con las leyes vigentes.
La búsqueda de nuestras raíces americanas para afianzar y orientar nuestra cultura con un sentido que ayude a definir nuestra identidad, requiere un análisis cuidadoso y el esclarecimiento de algunas ideas y hechos básicos de nuestra historia, como también la definición de algunos valores fundamentales.
Una de las primeras causas que nos han llevado al desarraigo de América proviene de la época de la conquista y de la colonia. desde los primeros momentos de la invasión hispánica los conquistadores contemplaron al americanismo autóctono -hombre y cultura- con un sentido profundamente peyorativo.
No se explicitó un racismo definido como el que teóricamente desarrolla Gobineau en Europa siglos después. Pero era un racismo implicito. Comenzaba en la esfera religiosa, proseguía en la valoración de las creaciones culturales y se concretaba como racismo en lo biológico, tanto que se dudó que el indio perteneciera a la misma creación que la del europeo. creo que esto resulta muy claro cuando se leén las crónicas de la conquista. Los indígenas no eran seres humanos, eran simplemente "piezas". Mariño de Lovera, y también el cronista Molina, historiadores de chile, relatan cómo los españoles se jactaban de la muerte de "tantas piezas" y cómo los indios eran llevados atados en "collera" y al morir por las penurias del viaje, para no desatarlos eran decapitados en las filas. Este no es un hecho excepcional ni el testimonio de un indigenista, es el retrato de los testigos españoles de la época.
Esta herencia perdura en el siglo XVIII. El jesuita P. Lozano, primer historiador del Río de la Plata y Paraguay, vuelve a llamar "piezas" a los indígenas. Cuando se refiere al reparto de indios después de las guerras calchaquíes dice "a fulano le tocaron tantas piezas". No se trataban de seres humanos, padres, madres o niños. Eran sólo objetos y seguían siéndolo 150 años después. En los comienzos de este siglo el P. Soprano, historiador del NOA sigue aún usando ese término.
Este sentido racista no explícito, pero sí implicito ha continuado vigente en nuestra cultura. En los últimos decenios el sentido peyorativo del término "cabecita negra", no es sino la continuación peyorativa con que el español califica al indio y el blanco de clase media al hombre autóctono. Es la calificación del menosprecio racial, cultural y social al hombre del interior que viene a nutrir la labor de nuestras fábricas, como sus lejanos antepasados indígenas nutrieron los surcos delos encomenderos españoles. Aunque no se lo explicita, ni quizás resulta del todo conciente para quienes usan el término, éste no es más que la expresión de la realidad histórica de un concepto y un sentimiento que se prolonga en el tiempo.
Ahora bien, esta valoración racista hacia el hombre de piel bronceada, se hizo extensiva a su cultura. Todas las creaciones del indio americano se colocaban en parejo nivel de valores con el asignado a sus creadores. El español veía las -a veces extraordinarias- creaciones del indio americano, como inspiración del demonio y los estetas europeos necesitaron cuatro siglos para despojarse del sentido etnocéntrico de su propia cultura y apreciar el valor de esas creaciones. Pero si en el campo específico del arte esta falta de valores era manifiesta, la misma proyección valorativa a otras manifestaciones de la cultura igualmente clara. Los prejuicios de siglos aún pesan, sobre todo en nuestro país. Los aportes de los investigadores objetivos del pasado -arqueólogos y etnohistoriadores- no trascienden al nivel de enseñanza media ni conocimiento del "gran público". Es cierto que el investigados es muy poco proclive a difundir sus conocimientos a un nivel de difusión popular y lo corriente es que se encierre en su "torre de marfil". No obstante hay buena cantidad de obras generales de divulgación sobre los logros de las culturas autóctonas. También las muestras de arteprecolombino se han multipicado en la última década, de cualquier manera la mayor cantidad de conocimiento sobre el hombre y las culturas autóctonas de América han permanecido al margen de la cultura nacional. Por el contrario en los años de la nefasta disvtadura que asoló al país, el desprecio por el indígena se ha agudizado.Muchas veces hamos escuchado la misma pregunta: ¿Pero en qué contribuyó la cultura autóctona a nuestra manera de pensar, a nuestra cosmovisión y filosofía y a nuestro arte?. Creemos que la respuesta habituel tiene un sentido unilateral, que lleva el lastre de los prejuicios del pasado y de la falta de conocimiento alcanzado por las ciencias históricas en sus investigaciones sobre el hombre y las culturas americanas.
Cuando hablamos de cultura con sentido antropológico, debemos comprender la totalidad de los modos de vida de un grupo humano y no circunscribirnos solamente al mundo de lo ideológico-simbólico. La revalorización que debemos hacer tiene un sentido totalizador, global. No pensamos, a menudo, todo lo que debemos al hombre autóctono de América. Quizás lo que voy a decir son cosas muy conocidas para los antropólogos profesionales. Pero, estos conocimientos estan olvidados o son desconocidos por la gran mayoría. Muy pocos son los que reconocen que la dieta diaria de nuestro pueblo  y la mayoría de los pueblos de la tierra está en buena medida integrada por elementos que debemos al hombre de América. ¿Qué dieta universal no se usan las papas, los tomátes o los frijores? Son más que comunes en cualquier comida del mundo. sin embargo, la domesticación de estas plantas es el fruto del esfuerzo continuado y paciente, a través de milenios, del adelanto colectivo de los pueblos de América, puestos al servicio de la selección artificial  de especies comestibles. Por lo menos sabemos hoy que la domesticación  del maíz demandó casi tres mil años y otros tantos porotos y especies afines, y estas observaciones podrían extenderse a otros centenares  de especies vegetales. No obstante estas cosas elementales no se enseñan en los colegios secundarios ni habitualmente las tienen en cuenta los que formulan las preguntas de respuesta negativa a que aludimos al comienzo.
Sin embargo, en nuestra escuela secundaria se nutren las mentes juveniles  con una serie de conocimientos  precisos sobre la invasión islámica del África y de las dinastías egipcias y poco o nada se enseña sobre nuestras raíces americanas. Pero si hemos aludido a los logros  de los indígenas de América  en materia de plantas comestibles, necesitaríamos agregar algo más respecto al nivel alcanzado en otros campos. Se repite a veces, en términos generales, y casi con asombro de excepción, los conocimientos de los mayas  en el campo  de la astronomía. Pero esto poco se tiene en cuenta en la valorización final de las culturas de América. Parecería más bien que si se hubiese llegado a ese conocimiento casualmente. Sabemos que los Mayas habían  logrado establecer con gran exactitud la duración de los ciclos sinódicos de Venus. Quisiéramos preguntarle a muchos hombres reputados de cultos de nuestro medio si podrían explicarnos que son los ciclos sinódicos. A esto debe agregarse el conocimiento por esos mismos pueblos de un calendario más perfecto que el utilizado en Europa en el siglo XVI. Por otra parte poseían, a partir por lo menos del año 300 a.C., conocimiento del valor matemático cero, cosa que recién llegó a europa con los árabes alrededor del siglo IX, quienes trajeron ese concepto desde la India. Imaginen ustedes la tarea que significaba antes hacer una multiplicación con números romanos. No hay duda que nuestra cosmovisión y nuestra filosofía nacen del mundo clásico greco-romano. Pero preguntémonos que hubiera quedado de los griegos y romanos si
se hubieran quemado íntegramente sus libros, como hicieron los españoles con los códices aztecas y mayas, incinerados por centenares en los autos de fe, hasta el punto que de los últimos quedaron solamente una media docena de códices, preservados casualmente como curiosidades.
Pero no sólo es el desconocimiento acentuado por prejuicios históricos el que gravita en nuestra valoración de los indígenas, sino que a menudo se falsean los hechos mismos de la historia recogidos en los libros de texto de la historia oficial. por ejemplo cuando nos describen el descubrimiento y primera llegada de los españoles a nuestro territorio, por la corriente exploradora del Norte, los textos escolares o secundarios racalcan la extraordinaria proeza de Almagro, que con un puñado de hombres se lanza a la conquista y la aventura por difíciles caminos de territorios desconocidos. Lo que no dicen esos libros es que Almagro vino por una ruta perfectamente amojonada y conocida, con paraderos de reaprovisionamiento situados cada 20 Km.; ésta era la ruta incaica que desde el cuzco conducía a Chile y que los incas transitaban diariamente. Por otro lado estos textos tampoco nos aclaran que Almagro discutió con los jefes incas cuál era el camino que más le convenía, si el de la costa peruana o el del interior del territorio, por nuestro Noroeste. Finalmente escogió este último. la razón fué que ers más facil para las cabalgaduras el camino llano del altiplano que el camino arenoso de la costa. Finalmente escogió este último. La razón fue que era mas fácil par las cabalgaduras el camino llano del altiplano que el camino arenoso  de la costa. Este último presentaba la dificultad de centenares de kilómetros de desierto sin agua, una enorme dificultad para el ejército español. Esto significaba que todo el trayecto estaba planificado antes de la partida del Cuzco. Almagro contó también con la yuda de Paullu, de sangre real, hermano del Inca Manco, que acompañó al conquistador para "allanarle el camino" como dicen las crónicas y Paullu ya había estado antes en Chile y por lo tanto conocía el camino perfectamente. Además Almagro trajo como tropas auxiliares y como porteadores, más de 5.000 yanaconas, soldados incaicos. Los españoles se hacían conducir a menudo en hamacas, según relatan los cronistas, los que inclusive cuentan que cuando las yeguas parían se llevaban también los potrillos en hamacas, por el alto valor que entonces tenían los caballos, mientras los indígenas morían atados a las colleras. Pero de todo esto nada dice la historia oficial de la Academia Nacional de Historia, como tampoco los dicen los textos primarios o secundarios que traducen el pensamiento de estas instituciones oficiales de la ciencia y de quienes la hacen o la han hecho.
Camino del Inca
Este ha sido el enfoque de varias generaciones de intelectuales, uno de cuyos ejemplos es Roberto Levillier. Yo quiero ser objetivo. No trato de tomar partido en la vieja poémica de indiganismo versus hispanismo. No dejo de reconocer la gran contrubución de Levillier a nuestra historia, dando a conocer millares de documentos inéditos, una improba tarea. Lo que me resulta inaceptable es su valoración peyorativa de todo lo indígena. Creo que actualmente estamos entrando en otra etapa. La etapa de síntesis en que se valoren los méritos a partir de cada cultura, la hispánica y la americana, con un sentido objetivo justo. No parcial como se ha hecho hasta ahora, en que ha predominado netamente al aporte hispánico, negando totalmente lo indígena. De esta manera podremos incorporar a nuestra cultura lo que ha permanecido al margen por decenios. Sobre estas bases auténticas reafirmaremos una verdadera identidad propia, diferente, no signada por la adhesión ciega ni la copia a la de otros bienes culturales. La reproducción más o menos estereotipada es la negación de la auténtica cultura, que se define por las diferncias de sus perfiles propios con los que la rodean.
Hasta aquí hemos hablado de la contribución de las culturas autóctonas a esa entidad en gran medida abstracta que es la cultura. Pero, ¿y el hombre, el ser humano, no contó para nada en esta formación de los pueblos del nuevo mundo?. Millones de indígenas fueron la contribución humana a la formación de los pueblos nuevos. Además, ellos mismos contribuyeron a conquistar a sus hermanos. Los indígenas carecían de autoconciencia étnica generalizada como grupo humano, que abarcaba todo el continente por oposición a lo europeo. Su identidad se detenía en los límites de su señorío, su reino o su tribu. Cuando adquirieron esa conciencia era tarde: la conquista estaba consumada. Hay cierto paralelo con la falta de autoconciencia que existe actualmente en los pueblo de Latinoamérica, como el nuestro, frente a las superpotencias mundiales.
La falta de autoconciencia de los nativos americanosfue lo que le permitió a Cortés aliarse a los Tlacaltecas, enemigos seculares de Tenotchitlán, y realizar la conquista de México. Este sólo pudo realizar la empresa por la enorme ayuda de sus aliados indígenas. Lo mismo ocurrió en Perú. Un grupo de menos de dos centenares de hombres conquista un imperio de millones de habitantes y con ejércitos de millares de soldados. Esto no abría sido posible sin ayuda de los ejércitos Huancas, enemigos irreconciliables de los Incas. Esto era casi desconocido hasta ahora. Los españoles trataron de aquilanar sus proezas y callaron la principal ayuda que recibieron de sus aliados indios. Investigaciones recientes del etnohistoriador peruano Espinosa Soriano han aclarado completamente este punto. Los españoles recibieron refuerzos de un ejército de miles de Huancas. Los Incas eran tambien imperialistas. Para crear su imperio habían sojusgado a centenares de pueblos andinos. Uno de estos era el señorío de los Huancas, que conservaron un odio ancestral contra sus dominadores, al igual que los Tlacaltecas contra los Mexicas. La llegada de los españoles fue una oprtunidad para ejercer venganza de los sojuzgados contra sus antiguos opresores. No advirtieron que la alianza les resultaría a corto plazo nefasta y a la postre ese triunfo circunstancial les sería fatídico. Algo parecido acurrió con nuestra Conquista del Desierto. Grupos Araucanos, como los de  Coliqueo del Desierto.
Grupos araucanos, como los de Coliqueo y Catriel, se aliaron con las tropas nacionales. Eran los llamados "indios amigos". Por lo general se los  enviaba a la vanguardia en los ataques a sus hermanos de raza. procedían así por odios, venganzas y luchas ancestrales entre las nismas tribus araucanas y por el predominio de unos jefes contra otros. Deseaban conservar sus tierras y prerrogativas apañados por las promesas del gobierno nacional. Terminaron miserablemente como parias de reservas indígenas cada vez más reducidas.
Creo que debemos recoger esta enseñanza de la historia y proceder de acuerdo. El envío de asesores y ayuda a honduras para consolidar al gobierno de los Somozas en Nicaragua es una repetición de la actitud de Tlacaltecas, Huancas y Coliqueos, actitud totalmente contraria a la sostenida por los pueblos de América Latina frente a nuestra Guerra de las Malvinas. El pueblo mejicano ha tratado de consolidar sus raíces americanas buscando consolidar la espina dorsal de una cultura propia. Perú trató de hacerlo a partir de la revolución de Velazco de Alvarado. En nuestra historia no se menciona ni se tiene en cuenta para nada lo que fué la contribución indígena en la fundación y primer desarrrollo de la conquista y la colonia. El P. Lozano lo expresaba claramente: "los indios son la riqueza de esta tierra y allí donde los indígenas se han ido, también los españoles han tenido que irse". Todas las fundaciones de nuestras primeras ciudades, como Córdoba del Calchaquí, El Barco, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy, se hicieron de la mano de obra indígena. Existe, por lo tanto, una gran deuda hacia el indio que obliga al análisis y a expresar la verdad de los hechos.
De cualquier manera es necesario enfatizar circunstancias que poco se tienen en cuenta. Nosotros, los argentinos, sómos uno de los países de América con menor sentido americanista. particularmente el porteño y el porteño medio quien siente un profundo desprecio por lo americano y por los pueblos americanos, lo que nos ha ganado una fama bien marecida en el resto de América. Esta actitud obedece a causas mñultiples que deben estudiar y poner en relieve los sociólogosy la psicología. El porteño de clase media desciende de españoles e italianos inmigrantes. por lo general hubo un sentido peyorativo hacia el inmigrante, pobre y a menudo analfabeto. Los términos de tano y gallego, adjetivados o no, son bien demostrativos al respecto. Los hijos buscaron el ascenso social, éste se logró conservando en buena medida un complejo de inferioridad no superado del todo. se sentían superiores al núcleo parental  pero Europa siguió siendo -particularmente, un sector de Europa- la meta, el fin, el paradigma al que se apuntaba, en todo juicio de valor. Aquí falto el elemento aglutinante que atara a la tierra al hijo del inmegrante. El dar las espaldas a los Andes y contemplar con nostalgia al océano fue el gran sueño y la gran aspiración de la oligarquía recién constituida. La clase media copió las aspiraciones de la oligarquía. los anglo-sajones llevaron el rasismo a todos los planos inclusive al sexual y no se mezclaron con el autóctono. Los españoles no hicieron un racismo sexual y produjeron un mundo mestizo de consecuencias imprevisibles. Pero mantuvieron en el fondo el desprecio y superioridad que proyectaron a las  culturas autóctonas. Los argentinos heredamos este último concepto alque se agrega, por desgracia, otras formas más claras de racismo.
Nuestro sentido peyorativo sobre raza y cultura proyectado al resto de América, debe ser analizado y erradicado desde la escuela; se debe dar otro sentido a nuestra educación, volviendo a ideas muy claras que existieron en el cominzo de nuestra nacionalidad. nunca vimos ni comprendimos la verdadera dimensión de América Latina y cuán cerca nuestro están sus problemas, pese a cualquier diferencia superficial. muchos de nuestros intelectuales vieron esta dimensión americana. Ricardo Rojas en sus libros desarrolló claramente este tema. Trataba distintas dimenciones artísticas, para incorporarlas como fuentes de inspiración a la cultura nacional. Ya mucho antes las estrofas de nuestro himno expresaban, en la independencia, un regreso a la América utóctona, anterior y distinta. La idea de coronar un Inca se rechazó seguida en Buenos Aires. Se ridiculizo con una expresión totalmente racista, frente al color de la piel. La gente del puerto y del Litoral fueron quienes desarrollaron este sentido antiamericano de nuestra cultura. Creo que la explicación es relativamente sencilla. las culturas americanas tuvieron manifestaciones diversas. Fueron un mosaico de distinto contenido cultural, racial o económico. Mientras los agricultores andinos poseyeron ciudades de 100.000 habitantes, estas bandas estaban formadas por una pocas familias agrupadas, de escasos 100 individuaos. La densidad de su población por su formas nómadesde vida fué bajísima.
Nuestro Noroeste pudo llegar a tener a la llegada de los españoles un total de 200.000 habitantes o más. Esto fue el producto de una técnica agricola-ganadera, con irrigación y producción intensiva. Los cazadores nómades de las llanuras  de Buenos Aires, Santa Fe y la Pampa no alcanzaron a superar los 20.000 habitantes. Esto tuvo sobre la colonización un efecto cuyas consecuencias actúan todavía. Mientras en el NOA se produjo un mestizaje aún visible, que da origen  a la población actual, la que luego se vuelca sobre la Capital; en el Litoral y Buenos Aires el hombre autóctono desapareció inmediatamente después de la conquista, exterminados o absorbidos casi sin rastros visibles, suplantados totalmente por los inmograntes europeos. Se originó una cultura que en sus componentes y en su raza careció por completo de todo contenido americano. Sólo lo europeo tuvo, por ende, vigencia e importancia. esto se incrementó con la oligarquía, nacida por anexión de las tierras conquistadas en la pampa húmeda, poderosos económicamente, y con deseos de figuración social. En cambio todo lo que se refería a lo autóctono era objeto de desdén o menosprecio. Sólo en algunos casos, cuando la distancia generaba nostalgia, se volvía a las raíces y a las vivencias lejanas. Es el caso de Güiraldes, reviviendo en París sus recuerdos gauchos. Los centenares de estancieros y sus hijos que delapidaron el producto de la tierra en fiestas sociales, o en los "cabarets" parisienses pasaron sin pena y sin gloria y sin dejar rastros. Sólo el contacto de una realidad extraordinaria, que superaba al mito o a la fantasía produjeron por contraste y asombro el regreso a la tierra, como ocurrió con Alejo Carpentier o Garcia Márquez. Pero son ejemplos aislados de productos excepcionales. Entre nosotros, en los elementos de nuestra cultyra media, falta todavía cumplir una etapa. Nuestro acercamiento a América está aún por realizarse.
En los comienzos de la centuria, Ameghino, Ambrosetti y tanto otros, comenzaron, en sus campos respectivos, una primera etapa. Pero fué un acercamiento frío, mecánico, cientificista. El hombre de América no era para ellos una realidad humana. Era un objeto, el del interés científico ordenador, clasificatorio. Había entre el sujeto y el objeto una gran distancia. este enfoque adquiere en algunos casos extremos explísitos de racismo científico; sus páginas más negras están recogidas en publicaciones de nuestro medio. esta primera época de estas investigaciones estudiaron las ruínas del hombre autóctono y se crearon Museos que adquirieron fama internacional y allí quedaron. Pronto comenzó la cuenta regresiva paralela al desarraigo americano. Las leyes protectoras de nuestro patrimonio no se aplicaron nunca. Comenzó el vandalismo y saqueo que culmina con la reciente "reconstrucción" de ruinas con fines turísticos y propaganda gubernamental: la forma más perfecta de la destrucción organizada del patrimonio, cuando esta "reconstruciones" sólo responden a la demanda comercial del turismo y no a la investigación que produce conocimientos.
El tema requeríría un trabajo varias veces más largo que este presente. Algunas de las ruínas más importantes -como la ciudad de La Paya, estudiada por ambrosetti quedaron a merced de los depredadores y se han ido destruyendo poco a poco. Más de un tercio de La Paya desapareció cuando se construyó la Ruta 40, sin que le importara absolutamente a nadie. También se construlló un capilla con los sillares sacados de las ruinas. Casos como este pueden citarse por centenares. Existe sin embargo una ley protectora y una Comisión Nacional de Protección de Monumentos.
Somos un pueblo sin respeto por un pasado que nos pertenece pero del que no tenemos conciencia de ninguna clase, pasado que es menester incorporar a la cultura nacional. Pasado que debe formar parte de nuestra identidad. Creo que los hechos recientes de la Guerra de Malvinas, son por demás elocuentes en relación con lo que quiero expresar y sobre el sentido de la proyección americanista de nuestra cultura y nuestra identidad.
1982 - Aviones Mirage "Mara" Recien llegados del Perú
Los países hermanos de América, sobre todo los del área Andina, fueron los que primero estuvieron junto a nosotros en el momento que más los necesitábamos. Los países que fueron siempre el arquetipo que nos trató de imponer la oligarquía y el colonialismo, fueron los que más rápidamente nos clavaron el puñal en la espalda. Los hechos son demasiado elocuentes. No hay posibilidades de argumentar lo contrario.
Creo que debemos volver, en ese aspecto, a las miras que señalábamos al comiezo. Es sabido que un grupo de patriotas, al comienzo de la nacionalidad trató, con San Martín, de editar los "Comentarios reales" de Garcilazo, el Inca, de la Vega. Era el libro americanista, el de la síntesis final de raza y cultura. Más tarde, cuando Felipe Varela llega de regreso al país de su exilio en Chile, trae como elemento en su bandera la inscripción "Viva América", esta América nuestra a la que pertenecemos por devenir histórico y de la que hemos estado tan alejados. Incorporarla definitivamente a nuestra cultura será nuestra propia identidad.

Fuente: Revista de Antropología, una búsqueda del Hombre desde el Tercer Mundo - Año VII - Nº 12 - Noviembre de 1992